Último recopilatorio, hasta el momento, de los posts publicados en distintas redes sociales de Daniel Rodríguez aka Mr. Roboto aka Dr. Moriarty
Autor: Daniel Rodríguez
Editorial: D2R Ediciones
Temática: Variada
Nº de páginas: 214
Colección: Recopilatorios
Año de publicación: 2016
Sinopsis
Para 2015 el mundo blog había desaparecido. Las redes sociales como Facebook habían eclosionado entre el público profano de la informática, y esta se democratizó en forma de móviles con una potencia tan desmesurada que era posible ver vídeo por la calle sin ver un solo pixel de los gordos. Y ya se sabe lo que se dice: ¿para qué leer el libro si puedo ver la película? Trasladándolo a Internet, ¿para qué leer los textos de un desconocido cuando puedo verle la cara de pringado entreteniéndome con sus reacciones al cocinado del pepino?
Blogger continúa, y lo hará mientras no se le acabe el dinero a Google, pero la fama de los blogueros se derritió como un azucarillo en un bol de bukkake. Por ello, el autor decidió poner punto y final a los libros recopilatorios con todo lo que le quedaba por "publicar", con este Anuario Robótico 2015, en el que se compilan todos los textos que escribió en distintas plataformas de Internet durante el mencionado año.
Fragmento
La muerte del Perro Aguayo Jr.
Pedro Aguayo era hijo del Perro Aguayo, una leyenda de la lucha libre mejicana, donde la narrativa del espectáculo estadounidense es eclipsada por la técnica, las cabriolas, las llaves elaboradas y los golpes secos y bien dirigidos. De su padre tomó el nombre y una carrera en un deporte que a muchos parece una farsa pero que cumple con el cometido de toda actividad dirigida a las masas: entretener.
Ayer, durante el transcurso de un combate en Tijuana que le enfrentaba, entre otros, a Rey Misterio, el conocido luchador de la franquicia WWE, recibió de este una patada que le derribó contra las cuerdas cayendo inconsciente al instante.
El Perro Aguayo yacía inerte sobre la cuerda en la que se dejaría la vida cuando uno de los luchadores se acercó a él. Notó que su cuerpo estaba laxo, que no respondía. Sin dejar de mirar atrás, quién sabe si en busca de ayuda o para controlar a sus rivales, le apremió a que se levantara. Debía de ser lo segundo, porque en ese momento otro luchador se acercó a aquel rincón e intentó propinarle una patada que consiguió esquivar sin problemas.
Tras su máscara miró a su atacante con incredulidad. ¿Acaso no veía lo que había pasado? Pero el incrédulo era él porque a su espalda continuaba el combate. Los luchadores seguían a lo suyo y no le quedó más remedio que unirse a ellos. Mientras, el Perro agonizaba y el mundo seguía girando, impasible a la tragedia jaleada por un público que no reaccionó hasta que fue demasiado tarde.
Un árbitro, un miembro de la organización, uno de los entrenadores, alguien debía ser, en definitiva, zarandeaba el cuerpo de un lado a otro buscando una reacción mientras a escasos centímetros se sucedían los agarrones, los puñetazos, los lanzamientos contra el cuadrilátero...
Luego vendrían las sospechas de negligencia médica, las carencias de la organización, los deberían y los tendrían que haber, los arrepentimientos...
Pero sobre todo me ha sorprendido, tras ver las noticias, cómo la tragedia de un hombre puede servir como metáfora del destino de una nación.
Ficha Técnica
Fecha de Publicación: Febrero 2016
Idioma: Español
Formato: 148 x 210 mm
Presentación: Tapa blanda. Libro de bolsillo
Colección: Recopilatorios
Tinta: B/N
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