Crónicas de Moriarty


Recopilatorio de entradas publicadas en distintas redes sociales por Daniel Rodríguez bajo el seudónimo de Dr. Moriarty

 
Autor:  Daniel Rodríguez

Editorial: D2R Ediciones

Temática:
Variada: ciencia ficción, costumbrismo, erótico...

Nº de páginas:
510

Colección:
Recopilatorios

Año de publicación:
2014

 

Sinopsis                                                   

Sumérgete en el fascinante mundo de "Crónicas de Moriarty", una recopilación de posts que te llevará a un viaje lleno de reflexiones, relatos y humor. En esta cautivadora obra, el misterioso autor nos invita a adentrarnos en su imaginación desbordante y descubrir una variedad de historias que te harán reír, reflexionar y emocionarte.

Desde divertidas anécdotas cotidianas hasta reflexiones profundas sobre la vida y el amor, "Crónicas de Moriarty" te transportará a través de una montaña rusa de emociones. Cada post te sumergirá en un nuevo universo de personajes y situaciones, invitándote a explorar diferentes facetas del ser humano y a encontrar un refugio en el humor y la imaginación.

Con un estilo único y cautivador, el autor te guiará a través de sus pensamientos más ingeniosos y sus historias más memorables. Te hará cuestionar el mundo que te rodea y encontrar belleza en los momentos más simples de la vida.

Ya sea que estés buscando una dosis de risas, una reflexión profunda o simplemente un escape de la realidad, "Crónicas de Moriarty" es el compañero perfecto. Sumérgete en estas páginas llenas de ingenio y descubre por qué el autor ha conquistado a miles de lectores con su estilo único y su capacidad para encontrar la belleza en las cosas más inesperadas.

Prepárate para un viaje emocional y transformador a través de las "Crónicas de Moriarty". ¿Estás listo para reír, reflexionar y emocionarte con cada post? ¡No puedes perderte esta recopilación que te hará ver el mundo con nuevos ojos y te recordará la importancia de encontrar la alegría en cada día!

 

 Fragmento                                             

Por qué lo llaman muffins cuando quiere decir sexo
Categoría: Ficción

En el principio fue la harina y vio Dios que era buena, y como necesitaba algo para mojar en la leche y las galletas María se le habían acabado, cogió un par de huevos, algo de levadura, mantequilla y azúcar e hizo la primera madalena. Y se la dio a probar a su arcángel más querido, llamado Lucifer, que tras degustar un bocado la escupió de mala manera al tiempo que comentaba que había comido mejores cosas tiradas en el suelo. Y expulsó Dios entonces a Lucifer del cielo, y este se regocijó, pues prefería ser crítico en el infierno a adulador en el paraíso; y desde entonces todos los críticos gastronómicos son objeto de odio y malos pensamientos.

E intentó Dios cocinar una madalena que ni siquiera él pudiera paladear de lo buena que estuviera, pero fue imposible y creó entonces al hombre y le otorgó el don del libre albedrio para que mejorara la receta, así él podría pasar el tiempo con su hobby favorito: el Scrabble.

Cuando vio que el ser humano había madurado a orillas del Nilo, llevó, con una armada de 50 naves espaciales, el conocimiento del bizcocho a los egipcios, a los que enseñó agricultura y matemáticas ya que le sobraba algo de tiempo. Y estos edificaron las pirámides, las primeras panificadoras del mundo y, custodiándolas, una estatua a la bella Easo, diosa de la madalena (o como ellos la llamaban "Lo que desayuna Anubis todas las mañanas, pájaro, pájaro, hombre que camina de lado”), con cuerpo de león y cabeza de guarrona, a la que sacrificaban 20 bollycaos en el solsticio de invierno para que con ello la producción de madalenas fuera buena.

Y periódicamente Dios enviaba a la Tierra a alguno de sus ángeles para que le llevaran las madalenas que se cocinaban allí, pero ninguna le satisfacía, montando en cólera con algunas hornadas, como la de Sodoma y Gomorra del 5600 a.c.1

Las ciudades-estado florecieron y entre ellas destacaron las polis griegas, por su sistema político, sus filósofos y una receta que cambiaría el mundo: la madalena con pepitas de chocolate. Este avance llegó a oídos del rey Jerjes, rey de los medos que, ávido de sentir nuevas sensaciones en su paladar, formó un ejército de un millón de hombres para hacerse con el delicioso manjar. Gracias a la intervención de Leónidas y sus valientes espartanos, que murieron en las Termópilas bajo una montaña de insípidas y duras madalenas persas, se retraso el avance del invasor lo suficiente como para que la liga panadera reuniera un ejército que finalmente le vencería y con ello, la luz de la civilización que representaba las madalenas iluminó occidente durante los siglos posteriores.

Fueron los romanos los que recogieron el testigo heleno con su fórmula para hacer las madalenas más esponjosas y con ellas dominaron el mundo hasta que el pueblo se hartó de ellas y comenzó su declive, junto al del imperio.

Las tinieblas se alzaron en una Europa que se olvidó de las madalenas y abrazó con fe ciega los biscotes integrales, alimento que era ensalzado desde los púlpitos católicos que hipócritamente predicaban la renuncia a los placeres mundanos mientras en remotos monasterios de las fronteras cristianas, escribas mudos copiaban los libros clásicos de repostería, que no dejaban de llegar a las opulentas estancias del Vaticano desde los más recónditos reinos de la Tierra.

No fue hasta el renacimiento, que un joven cocinero llamado Leonardo Da Vinci encontró en el sótano del noble más rico de Florencia uno de estos libros. Fascinado por lo que leyó, se encerró en su cocina durante un mes dando forma a recetas largo tiempo olvidadas. Al fin, 44 días después, dio a probar a una chica que pasaba junto a su ventana, una de sus madalenas. El rostro de regocijo de la afortunada degustadora fue tal, que Leonardo la retrató en un lienzo.

Las décadas se sucedieron y la ingesta de madalenas se convirtió en algo natural, como el respirar o el sexo (para las mujeres atractivas y los hombres con dinero); hasta llegar a la revolución industrial. Una antigua sociedad secreta cuyas raíces se perdían en los albores del tiempo, llamada "Bella Easo" y formada por banqueros londinenses, decide reducir el tamaño de las madalenas para obtener más beneficios por su venta. De los altos hornos de Manchester surgirán las madalenas que conocemos hoy día: esponjosas, de tamaño reducido y sin aditamentos.

Sin embargo, viendo que había mercado para más productos, los amos del mundo de la madalena decidieron volver a las raíces y producir en masa las mismas madalenas de antaño, solo que con otro nombre. Cogieron al tonto del pueblo, le dieron a probar una madalena de yogur y fresa y le pidieron que dijera lo primero que se le pasara por la cabeza: Muffin, respondió el tipo y se fue tan tranquilo a casa, sin saber que era el responsable de dar nombre al mayor engaño de toda la historia de la humanidad.

Y así, ahora para referirse a las madalenas tradicionales, se usa dicho anglicismo, cuando en el pueblo de mi madre aún haciéndose los mismos "muffins" se siguen llamando madalenas y lo más cerca que han estado de un inglés es cuando apalearon a un turista de Sussex por saltarse el único semáforo de la calle mayor.2


PD: lo del sexo fue un gancho, pero para que nadie quede defraudado: ¡teta!

 

Ficha Técnica                                            

Fecha de Publicación: Mayo 2014
Idioma: Español
ISBN: 978-1-291-87787-8
Formato:  148 x 210 mm
Presentación: Tapa blanda. Libro de bolsillo
Colección: Historias Interactivas
Tinta: B/N
 
 

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